PENSAR, HABLAR, LEER, ESCRIBIR
Félix García Moriyón
El hecho de que de vez en cuando aparezca una reforma de gran envergadura no cambia en absoluto esa necesidad, pero, en cualquier caso, la universaliza y consigue que se dediquen más recursos humanos y materiales a un esfuerzo renovador que debe mantenerse día a día. . Una nueva reforma también nos lleva a utilizar una nueva terminología, que a su vez define un nuevo marco para comprender los problemas. Ha llegado el momento de hablar de aprendizaje significativo, enseñanza constructivista, diseños curriculares o investigación-acción. Sin restar importancia a los cambios reales que reflejan estos cambios de vocabulario, volvemos a insistir en que de poco sirven si no reflejan el deseo de seguir reflexionando sobre lo que hacemos para intentar hacerlo mejor.
Pues bien, un gran grupo de docentes alrededor del mundo estamos tratando de llevar a cabo esta tarea de mejorar nuestra propia práctica docente; El centro de interés común en torno al cual colaboramos es un programa llamado filosofía para niños, o aprender a pensar, para asociarlo más directamente con otros programas que existen actualmente en todo el mundo dedicados al desarrollo de habilidades de pensamiento. En España ya hay cientos de docentes que, con mayor o menor implicación, están trabajando en esta línea. No puedo describir aquí y ahora toda la riqueza del programa, pero sí es posible señalar al menos tres características que me parecen significativas.
En primer lugar, se trata de un enfoque globalizador, y a eso alude el título de este brevísimo artículo. Ante el problema de cómo conseguir que nuestros alumnos aprendan a pensar por sí mismos en colaboración con sus compañeros, el programa opta por enfoques psicopedagógicos cercanos a Vygotsky y Bruner .
Hablar, pensar, leer y escribir sonpartedelmismoprocesoenél que elniño en el quelo rodea. Es precisamente esta búsqueda de significado la que da unidad a procesos que, lamentablemente, muchas veces se encuentran separados en las escuelas. En gran medida, ya conocemos el resultado final de lo que se está haciendo ahora en muchos casos: las habilidades fundamentales se desarrollan de manera deficiente y superficial. Estamos seguros de que vale la pena probar un enfoque diferente.
Dado que no es posible separar los contenidos de los procedimientos, el programa de filosofía infantil propone recuperar los temas clásicos de la tradición filosófica occidental para, a partir de su discusión en el aula, estimular a los niños a ser más reflexivos, más críticos, más creativo y al mismo tiempo más solidario.
De esa forma podrás contar con una novela para trabajar en preescolar, y sucesivas novelas para seguir trabajando hasta los 18 años. En total, siete novelas y siete manuales de los que, hasta el momento, en español podemos contar con cinco novelas y sus respectivos manuales, dirigidos a alumnos desde 1º de EGB hasta el último curso de la futura Educación Secundaria Obligatoria. Las novelas y los libros de texto, tanto por su temática como por su contenido, se están adaptando a las diferentes edades e implican un avance constante en el ejercicio y desarrollo de aquellas habilidades cognitivas que comentamos anteriormente.
Finalmente, hay algo que tiene un interés especial. Tampoco se le dice al profesor que compre un material y lo utilice en su aula. Te ofrecemos un plan de formación inicial y continua, apoyado en una sólida red de formadores de docentes. Y es más, te invitan a pensar por ti mismo y ser creativo, que los materiales no sean un punto final, sino un punto de partida para poder enriquecerte como persona implicada en la educación. Sería incoherente proponer un programa cuyo objetivo sea lograr que los niños piensen por sí mismos dentro de una comunidad de indagación o cuestionamiento, pero que reduciría el papel del maestro al de un mero implementador técnico del programa. Los disparos no deberían circular si realmente queremos cambiar algo. Sin negar la importancia del esfuerzo personal, es fundamental crear un entorno comunitario en el que las personas que se preocupan por su propia práctica docente puedan intercambiar experiencias y compartir ideas y esperanzas.
El método es fiel en ese acercamiento a las ideas de los pensadores estadounidenses en los que se inspira, Dewey, Mead y Peirce, (autores de los que cada vez se habla más) que hace muchas décadas hablaban de la necesidad de una Educación activa y esfuerzo comunitario. Y también incluye los planteamientos de un gran pedagogo contemporáneo (un autor del que lamentablemente ya no se habla mucho), con quien comparten algo más que afinidades. Cuando Pablo Freire dijo que nadie educa a nadie sino que los seres humanos se educan en comunidad, no se refería sólo a los estudiantes, sino también a los docentes, cuyo proceso educativo nunca terminará del todo.
Félix García Moriyón
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